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ENERO
Sé exigen controles cuidadosos, sobre todo de las coníferas y las siempreverdes, que en invierno constituyen, en medio de un jardín desnudo, una hermosa nota de color como contraste en un momento vegetativamente triste.
Aparte de asegurarnos bien de que las diversas cubiertas no hayan sido removidas o dañadas a causa del viento o del hielo, conviene controlar periódicamente, verjas, senderos y emparrados e intervenir inmediatamente con reparaciones en caso de roturas y otros daños, a la espera de poder iniciar una reparación definitiva cuando la clemencia del clima permita permanecer largo tiempo en el jardín.
LABORES HABITUALES
- Controlar, sobre todo en las zonas donde son frecuentes las nevadas abundantes, la superficie de los céspedes; sí a causa del hielo, se legaran a formar baches, cortar inmediatamente la hierba del prado y llenar los hoyos más profundos con turba;
- Remover la nieve de las ramas ( sobre todo de las coníferas ) para evitar que eventuales nevadas hagan la capa de nieve cada vez más pesada, de modo que perjudique irreparablemente la resistencia de las mismas;
- Comenzar a remover y a excavar el terreno preparando los hoyos de plantación en previsión de las plantaciones de primavera ( naturalmente si el hielo no ha endurecido excesivamente el suelo );
- Abrir los vidrios de los lechos y de los pequeños invernaderos solamente durante las horas de sol.
FEBRERO
En las zonas más templadas las operaciones que han de llevarse a cabo en el jardín no son todavía muchas, dado que el terreno se encuentra aún duro y compacto a causa del hielo.
Es el momento de remover la tierra alrededor de las plantas ya existentes, teniendo cuidado de no dañar las raíces más superficiales y de no romper los brotes que están preparados para despuntar pronto. Removiendo el terreno se enterrará ligeramente el abono orgánico colocado alrededor de las plantas a fines de otoño. Si este abono no ha sido llevado a cabo, habrá que aprovecharse del hecho de que la tierra está blanda y bien removida para mezclarse un poco de abono orgánico, aunque la operación requiere ahora un poco mayor de delicadeza.
LABORES HABITUALES
-Podar los arbustos que ya hubiesen terminado la floración, así como los rosales reflorecientes. Las trepadoras serán podadas solamente después de la floración de mayo.
-Hacia finales de mes, efectuar el primer corte de los setos.
-Levantar las zonas de césped que hayan de renovarse por hallarse ajadas, para permitir que la tierra se oxigene a la espera de proceder a la plantación de los paneles herbosos o a la siembra de la hierba;
-Sembrar en lechos de vidrio, las herbáceas anuales: flox, ageratum, petunias, tagetes, violeta de pensamiento, áster, zinnias, boca de dragón,etc. Esta siembra permite disponer tempestivamente de un cierto número de ejemplares para las primeras plantaciones primaverales. Si no se puede disponer de un semillero se aconseja postergar la siembra a marzo-abril, llevándola a cabo a lugar definitivo.
MARZO
También en el jardín se pueden quitar las ultimas cubiertas invernales y cavar ligeramente el terreno para favorecer una mayor aireación de las raíces y una absorción más rápida del agua. Al mismo tiempo, es conveniente llevar a cabo un abono a base de un fertilizante orgánico mineral, de acuerdo con las necesidades peculiares requeridas por cada una de las especies.
Ha llegado también el momento más favorable para la puesta en lugar definitivo de las herbáceas perennes y de las " anuales" nacidas de simiente en otoño o durante el invierno.
En las regiones de clima suave se deben comenzar los cuidados normales del césped, consistentes en un buen paso de rodillo y en la aireación llevada a cabo con el rodillo especial provisto de puntas.
Si el prado presenta algunas manchas amarillas o algunas zonas desnudas, se deben sustituir los panales marchitos con mechones de hierba fresca quitados de los márgenes del césped y plantados según la tecnica del prado inglés.
LABORES HABITUALES
-Proceder a la primera plantación de bulbosas de floración estival-otoñal ( gladiolos, begonias, tuberosas, dalias, caña de indias,etc.) si la temperatura queda estabilizada sobre los 18º.
-Comenzar la limpieza de las albercas que contienen plantas acuáticas; se puede remover la capa protectora de paja o de turba y renovar la arena en la superficie; cuando el sol se haga más fuerte se pondrá agua en aquellas.
-Podar regularmente los setos y proceder a un abono de tipo mineral que sea rico en azufre, con el fin de favorecer la producción de hojas.
ABRIL
En el mes de abril,la hierba del prado ha de espesarse y extenderse perfectamente, hasta cubrir la tierra como un tapete blando. Para obtener este resultado es indispensable regar cada día, y segar la hierba todas las semanas como regla general. También en el jardín, naturalmente, se deben enterrar bulbos de gladiolo mombrecia y tigridia y tubérculos de begonia tuberculosa. También las cañas de Indias pueden ser plantadas definitivamente y se puede proceder a la limpieza de las albercas en las que viven las plantas acuáticas. Hacia la mitad del mes se puede meter agua en las albercas para hacer que ninfeas y flores de loto comiencen a vegetar.
LABORES HABITUALES
Las matas que apenas han terminado de florecer deben ser podadas ligeramente para favorecer la formación de nuevas yemas de flores. Las trepadoras deben ser liberadas de las corolas marchitas y de las ramas secas.
-Controlar con bastante frecuencia la parte baja de los setos, para eliminar las ramas secas y los residuos vegetales que se han formado bajo el seto mismo; esto se hace para evitar que se formen mohos o sé propaguen insectos y gérmenes de enfermedades.
-Comenzar a disponer las excavaciones para la preparación de albercas y estanques; la tierra extraída de tales excavaciones puede reunirse en un rincón del jardín o puede ser mezclada con sustancias orgánicas, fertilizantes en polvo y con residuos de la siega del prado, y habremos obtenido así un óptimo mantillo.
MAYO
Las especies sembradas en marzo y en abril ( agérato, godetia, aster, cinnia, cosmos, etc.) ya se pueden transplantar al arriate. Jacintos, narcisos, tulipanes y crocos han terminado la floración, y ha llegado el momento de entrar en reposo. Debemos disminuir gradualmente los riegos, y suspenderlos totalmente cuando el follaje se haya vuelto completamente amarillo. Entonces, hay que sacar los bulbos del terreno, limpiarlos y guardarlos en cajas en lugar fresco hasta el momento de la plantación. Es el periodo óptimo para enterrar los bulbos de gladiolo y para plantar los hemerocallis.
El prado debe ser regado cada día; por la mañana temprano o después de la puesta de sol. Si el césped está plantado desde hace mucho tiempo, es conveniente intervenir con un aireador.
Es el momento de cortar algunos capullos de las rosas para obtener corolas más hermosas y de eliminar los temibles " abejorros" que se esconden en el corazón de las rosas. La captura se debe realizar por la mañana temprano, arrojando los insectos a un recipiente lleno de gasolina. Hay que prestar atención al "mal blanco" ( un leve moho blanco que cubre hojas y brotes ) sobre las rosas y otros arbustos.Se debe intervenir muy pronto con riegos de agua y de azufre ramoso en la dosis de 4 gramos por litro, repitiéndola cada 10 días, de manera especial si el tiempo es lluvioso.
LABORES HABITUALES
- Atar las pérgolas o a las columnas las ramas de las trepadoras que durante la primavera se hubiesen alargado mucho.
- Plantar definitivamente los últimos arbustos.
-Preparar las albercas para las especies acuáticas, colocando en el fondo una capa de drenaje y luego tierra mezcla con abono.
JUNIO
En este mes prestaremos especial atención a la conservación del prado, que debe ser recortado y allanado con el rodillo todas las semanas, quitando inmediatamente la hierba cortada, para evitar el amarilleo del césped.
Además, para prevenir las antiestéticas manchas amarillas provocadas por los hongos parásitos, se debe efectuar una cuidadosa desinfección con rociamiento de agua tratada quimicamente. Resulta mejor llevar a cabo estos riegos cuando el césped está algo húmedo.Es indispensable continuar los riegos cada día.
En este mes deben estar terminadas las plantaciones en arriates y bordillos. Asimismo es el momento de colocar en su lugar definitivo los vástagos de crisantemos y las plantas vivaces de floración otoñal.
LABORES HABITUALES
- Sujetar las dalias, gladiolos o azuzenas, que ya están lo suficientemente altos para requerir una sólida atadura con rafia con los soportes que habrán sido fijados al lado de cada bulbo o tubérculo en el momento de la plantación.
A esta primera ligadura debe seguir otra en el momento en que aparezcan los capullos, la cual se hará, más o menos, aun palmo de distancia por debajo de la flor, sin apretar demasiado el tallo para no dañarlo.
- Iniciar la " coloración " de las hortensias,, arrojando dos o tres puñados de alumbre de roca bien desmenuzado, en torno a las matas, después de haber removido la tierra. Asimismo, cada diez días, hay que suministrar, con el agua de los riegos, fertilizante-colorante en polvo, de tal manera las plantas producirán flores de un color mucho más intenso.
- Mantener siempre muy limpios los empedrados yy senderos de grava, liberandolos de hierbas superfluas y parásitas. Si un temporal remueve la grava se pasará enseguida el rastrillo para nivelarla. Es importante tratar de recuperar las piedras que el agua haya arrastrado hasta el prado para evitar los daños que la segadora pudiera sufrir en el primer corte del césped o hierba.
JULIO
Las plantas que temen la sequia ( hortensias, azaleas, begonias, fucsias anémonas japonesas) pueden ser protegidas contra la acción de los intensos rayos solares con la " broza", que consiste en extender sobre el terreno una capa de turba, para retener la mayor humedad posible en las raices y frenar de esa forma el proceso de evaporación.
Las rosas y los setos:
La rosa puede enfermarse facilmente de oídio o " mal blanco ". Se repetirá cada semana, por tanto, los riegos con azufre ramoso, aunque las matas se encuentren perfectamente sanas.
Los setos necesitan ser regados abundantemente y ser cortados con bastante frecuencia ( cada quince días máximo ), para evitar el empobrecimiento de las ramas inferiores y el consiguiente debilitamiento del follaje, que produce, evidentemente, un efecto poco decorativo.
LABORES HABITUALES
- Cortar los capullos secundarios de las dalias dejando solamente los principales; de esa forma se obtienen corolas mucho más grandes.
- Recoger las flores solamente por la mañana temprano o por la tarde después de la puesta del sol y dejarlas en un cubo lleno de agua durante algunas horas.
- Cortar los gladiolos antes de que las flores se hayan abierto completamente; de esa manera durarán más tiempo.
- Seguir con mucha atención el desarrollo de las plantas acuáticas y eliminar en seguida flores y hojas marchitas; si se las deja pudrirse en el agua no se conseguirá sino favorecer el desarrollo de gérmenes y parásitos.
AGOSTO
A primeros de agosto, las rosas que vuelven a florecer con flores grandes y las rosas "poliantha" necesitan ser podadas, ni más ni menos que como en primavera, es decir, cortando los tallos sobre el tercer o cuarto par de hojas a partir del punto en que el tronco se divide en varias ramas. Después de esta poda, que tiene la finalidad de provocar en las rosas un estado de reposo, es necesario suspender los riegos durante una semana y volver luego a ellos, aunque en dosis reducidas, durante diez días; de esa manera se llegará hacia la mitad del mes, momento en el que han de comenzarse los riegos con normalidad. Sin embargo, antes de comenzar a regar de una forma regular, hace falta remover bien la tierra de las macetas en su superficie y esparcir entorno al tronco de la rosa 30 gramos de superfosfato de huesos y 20 gramos de sulfato amónico.
LABORES HABITUALES
- Abonar las plantas herbáceas anuales y perennes que han acabado de florecer, para favorecer la formación de otros brotes.
- Tener bien removida la tierra de los tiestos donde viven arbustos, en forma de matas o de trepadores, para impedir que se formen costras y moho.
- Eliminar las flores marchitas, apenas caigan los pétalos, para evitar así la formación de semillas, lo cual debilitaría las plantas.
- Regar abundantemente cada día los tiestos que se hayen en el balcón, o incluso dos veces al día si fuese necesario, a fin de que las plantas no sufran el trauma continuo del paso de un estado de superhidratación a un estado de marchitamiento.
SEPTIEMBRE
Se pueden comenzar las primeras simbras de las especies que florecen en primavera y en verano; aliso, centaurea, coreopsis, godetia, matricaria, amapola,escabiosa, etc. Es preciso dedicar mucha atención a la rocalla, que debe limpiarse de las hojas secas, de las plantitas marchitas, etc.
La tierra debe removerse delicadamente para que respiren las raóces, y es bueno abonnar de forma ligera con fertilizante mineral completo soluble en agua, empleando la mitad de la dosis indicada en el prospecto del producto para que las primeras siembras den buen resultado.
LABORES HABITUALES
El césped debe regarse con regularidad, pero con menor frecuencia que en agosto; los cortes deben efectuarse, por el contrario, con el ritmo habitual. Si el prado presenta alguna mancha amarilla es bueno intervenir de inmediato renovando la superficie amarillenta.
Los setos deben podarse con menos frecuencia, pero se aconseja continuar los cortes hasta la mitad de octubre o incluso más tarde, para reforzar la parte inferior de los arbustos.
- Preparar los hoyos de plantación para arbustos y árboles, si se tiene la intención de renovar algún ejemplar.
- Recoger las hojas secas.
- Proceder a la siembra de las especies indicadas para balcón, que se mostrarán preciosas en primavera para formar arriates o bordillos.
- Subdividir, hacia últimos de mes, las herbáceas perennes para obtener nuevos ejemplares.
OCTUBRE
Ha llegado el momento de pensar en poner en su lugar definitivo los arbustos y árboles, es oportuno, después de ponerlos en sitio fijo, regar abundantemente para proporcionar a la planta el agua que necesita y para que el terreno esté bien húmedo en torno a las raíces.
El hecho de que el suelo sea compacto y que el aparato radial esté bien adherido, evita que un eventual golpe de viento mueva el ejemplar.
LABORES HABITUALES
-Continuar regando el prado, aunque con ritmo cada vez menos frecuente y en cantidades paulatinamente reducidas.
- Mantener, con la mayor limpieza posible, caminos y senderos, arriates y bordillos, para dar al jardín un aspecto ordenado y agradable.
- recoger las hojas que caen en lugar abrigado pues serviran para las coberturas de protección.
- Proteger de los primeros fríos, con las oportunas cubiertas, las especies más delicadas.
- sembrar: adonis, caléndula, espuela de caballero, delfín, carraspique, y otras.
Todas ellas son especies que florecerán en la primavera y verano próximos, y el haberlas sembrado en esta estación les permitirá gozar de una floración notablemente anticipada respecto a los ejemplares sembrados al finalizar el invierno.
NOVIEMBRE
Ha llegado el momento de vaciar las albercas en las que viven las especies acuáticas. Quitada el agua esparcir sobre la tierra fiemo mezclado con paja o turba mezclada con abono orgánico en polvo. Encima de este estrato, de doble función nutritiva- protectora, en las zonas más frías, es conveniente extender un plástico transparente, dejando un espacio al descubierto de unos cuatro centímetros de anchura, a lo largo de todo el perímetro de la alberca, para permitir al agua o a la nieve fluir normalmente, y asegurar así una buena humedad a las raíces que "duermen" en tierra.
LABORES HABITUALES
- Recubrir las plantas más delicadas, proteger los cultivos de bulbos y la zona que constituye la base de los arbustos.
- Completar en el mes de Noviembre, las plantaciones de árboles y arbustos; proceder a la organización de nuevos arriates o bordillos de herbáceas perennes.
- Retirar los tiestos de agrios y de oleandros a los invernaderos especiales o a invernaderos fríos; si no se dispone de estos locales, es suficiente un lugar cerrado, luminoso y no recalentado. Apenas hayan sido recogidos los tiestos, se deben abonar las plantas con fertilizante orgánico en polvo de lenta asimilación, que procura nutrición de una manera constante, sin provocar bruscas reacciones vegetativas; durante la estación invernal, suministrar ligeros riegos ( un litro cada vez ) cada 15-20 días; cada mes rociar el follaje con agua no demasiado fría.
DICIEMBRE
Pocos cuidados exigen en esta época el jardín, si excluimos los controles sistemáticos para comprobar el buen estado de las cubiertas y de otras diversas medidas de protección colocadas para hacer frente al hielo, al menos en las regiones más frías.
Los caminos cubiertos de grava deben ser rastrillados reuniendo las piedrecitas en pequeños montones que luego se recubrirán con plástico, también se puede quitar la grava, tras haberla quitado de los caminos, bajo algún pórtico.
A fines del invierno, cuando las nieves hayan desaparecido, se extenderán de nuevo las piedrecillas a lo largo de los senderos o de los caminos de la entrada, añadiendo, si hace falta un poco de grava nueva.
LABORES HABITUALES
- Comenzar a disponer los hoyos de plantación para los árboles o los arbustos que hay que enterrar a fines del invierno.
- Controlar el estado de las plantitas que se han puesto en cajas o en los invernaderos y proporcionarles aire suficiente a las mismas.
- asegurarse de la estabilidad de los emparrados y enrejados y de la firmeza de los soportes que sostienen los ejemplares recién plantados.